Amar
al cónyuge durante toda una vida y criar bien a los hijos es imposible con las
solas fuerzas humanas. Lo logran en cambio en un alto grado los que hacen, por orden de importancia, lo siguiente:
MATRIMONIO
ECLESIÁSTICO.
No conviene olvidar que el “uno con una, para siempre”, además de
ser de ley natural, ha sido bendecido por Dios incluyéndolo entre los siete
sacramentos que, como recuerdas, son: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía , unción de
enfermos, orden sacerdotal y matrimonio. Es decir, disfrutaremos toda la vida
de una ayuda extra espectacular para llevarlo a buen puerto.
PRACTICAR
DIARIAMENTE LA ORACIÓN MENTAL.
Al menos, unos de los dos cónyuges. Santa Teresa
de Jesús recomendaba orar mentalmente no menos de 15 minutos al día. Con mucha
frecuencia veo matrimonios que, aun acudiendo a misa diariamente, la relación
entre ellos y la educación de sus hijos deja bastante que desear: rupturas, niños
con amistades peligrosas, malos estudiantes, sumergidos en la droga,… Sin
embargo, en mis 39 años tratando familias, aún no he visto ningún matrimonio que
practique la oración mental bien hecha y diariamente (no hablo aquí de
la lectura meditada, muy recomendable por otra parte), y esté en esa situación.
La
oración mental une a los matrimonios invisible pero robustamente. Y resuelve
muchos problemas de cariz aparentemente imposible. Hace poco, me dijo René, algo que confirmó una vez más esta regla:
“Llevábamos
seis días ayudando a nuestra hija que vive sola en Los Angeles porque con esta
pandemia quedó aislada cuando se estropeó su celular. Actualmente el móvil es
vital para comprar comida, tomar un uber, y otros trámites más complejos. Por
ejemplo esperaba, entre otras llamadas importantes, una de su seguro de
salud que había vencido, otra de la farmacia por un problema con sus medicamentos para su
depresión que no puede dejar de tomar y que, por ser restringidos, le prohíben pedir de nuevo, aunque quisiera pagarlos otra vez. Además, para hacer frente a los cargos bancarios, se requiere confirmación
de la orden introduciendo una clave que te envían al móvil averiado.
Logramos mandarle otro celular, pero no sirvió debido a la tarjeta SIM. Ella es
artista; tenía en su móvil vídeos de su último semestre de universidad, tres
canciones que acababa de componer, muchas fotos y notas importantes para ella. Fueron
días de crisis, que se sumaban a otras dificultades que venían ocurriendo. A pesar
de que mi mujer y yo somos informáticos con 30 años de experiencia en
resolución de problemas, no logramos ayudarle. Confirmamos que su copia de
seguridad había dejado de funcionar hacía siete meses. Pedimos ayuda a amigos,
investigamos y compramos software para situaciones así, probamos más de 13
soluciones. Fueron largos días, muy tensos y frustrantes para todos. Pero ayer,
después de estudiar estos cuatro vídeos de YouTube de tu canal sobre la oración mental, me
arrodillé en mi habitación a orar a Dios siguiendo las indicaciones. Me recogí.
Escribí la conversación con el Señor y releí varias veces esas notas durante
las últimas 24 horas. En plena oración de relectura de lo que Dios me había
dicho, me vino a la mente una idea: le dije a nuestra hija que "borrara de
fábrica el celular" aun sabiendo que la pérdida de información sería
definitiva: fue difícil pero confié en esa moción. Para sorpresa de ella y
nuestra, su celular por fin se encendió. Además todas sus aplicaciones, fotos y
notas estaban idénticas a como ella las recordaba. Nada se perdió. Sea toda la
Gloria para Dios, y sea este milagro pequeño testimonio para nuestros hijos y
amigos de que Dios nos ama infinitamente.”
No
conozco a una sola familia con problemas realmente serios cuando, al menos, uno
de los dos cónyuges pregunta frecuentemente a Dios en su oración mental: ¿qué
hago con esta deuda?, ¿qué digo ante esta reacción de mi hijo?, mira
las amistades que tiene..., ¿a qué colegio les llevo?, etc., y obedece después a
esas mociones.
Porque
la docilidad al Señor es parte fundamental de la mezcla explosiva de la que hablamos. Refiriéndose
sobre todo a la oración mental, decía san
Josemaría Escrivá en el n. 12 de una carta fechada el 24.X.65: “No basta
hablar, por tanto; hay que actuar, hay que poner en práctica la enseñanza
recibida; si no, el diálogo –incluso el diálogo con Dios- no es fecundo: porque no todo aquél que me dice: ¡Oh Señor,
Señor! Entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre celestial; ése es el que entrará en el reino de los cielos (Mateo 7, 21)”.
CONSAGRAR LOS HIJOS A DIOS O A LA VIRGEN MARÍA
Ya hablé sobre esto en mi anterior artículo. Así que te remito a él. Además, conviene tener muchos hijos: todos los que el Señor quiera. Sin cegar artificialmente las fuentes de la vida.
ESTIMULAR
A LOS HIJOS EN EL ESTUDIO Y EN EL TRABAJO, TAMBIÉN CON LA ALABANZA
Decía
san Jerónimo (347-420) a una matrona romana llamada Leta, refiriéndose a la hija
de ésta: “Asegúrate de que estudia todos los días algún pasaje de la Escritura
(…) Que acompañe la oración mental con
la lectura espiritual, y la lectura espiritual con la oración mental (…) Que
ame los libros divinos en vez de las joyas y los vestidos de seda” (Epistolario
107, 9, 12). “Cread un ambiente de serenidad y alegría. Estimulándolos en el
estudio y en el trabajo, también con la alabanza” (Epistolario 107, 4 Y 128,
1).
CONVERSAR
CON EL CÓNYUGE Y CON LOS HIJOS
Teniendo
en cuenta que no podemos contar siempre noticias interesantes, ni divertir como
humoristas profesionales, necesitamos saber qué hacer. Bastará con narrar cualquier sucedido y, sobre todo, escuchar lo que
los demás nos dicen. En otras palabras, lo mismo que practicamos con Dios en la oración mental. Decía Wilheim
Busch: “La buena conversación no consiste en decir cosas ingeniosas, sino en saber
escuchar tonterías”. Quiero recordarte querido lector que “saber escuchar”
consiste en no cambiar fácilmente el tema de conversación que ha iniciado tu interlocutor, o
bien, saber preguntarle sobre aquello de
que habla.
Mira
lo que dijo el campeón suizo Roger Federer tras sufrir una grave lesión y
debutar con una derrota en la Copa de Maestros de 2019 contra Dominic Thiem: “Estoy
aquí para competir en las Finales ATP y no por aquella final –la de Wimbledon-.
Es bueno jugar con Djokovic de nuevo; tal vez me ayude a recuperarme”. Para
luego, confesar su fórmula mágica: “Hay muchas maneras de olvidarse de esa
derrota; la mía es estar con los niños” (ABC 13.XI.2019).
DECÁLOGO
PARA TRATAR A LA ESPOSA
Detallo
aquí debajo diez consejos que te animo a vivir en la relación con tu esposa:
1.
Hábitat:
La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por
dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su
DNA. Jamás tendrás la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a
a ti es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.
2. Alimentación
correcta:
Nadie vive de la brisa. La mujer vive de cariño. Dáselo en
abundancia. Es cosa de hombres, y si ella no lo recibe de ti, lo buscará en
otro. Los besos matinales y un “yo te amo” en el desayuno las mantienen bellas
y perfumadas todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos.
No la dejes deshidratarse. Norma casi obligatoria: al menos una vez al mes es
necesario servirle un plato especial.
3. Flores:
También forman parte del menú. Mujer
que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos, como
la brusquedad y el trato áspero.
4. Respeta la
naturaleza:
¿No soportas la tensión pre-menstrual de tu mujer? Cásate con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue durante el día y discuten sobre la relación. Si quieres vivir con una mujer, prepárese para eso.
5. No restrinjas su
vanidad:
Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropa en un centro comercial. Comprende todo esto y apóyala.
6. La inteligencia femenina lo advierte todo:
Suelen tener más cercanía con Dios que los hombres; esto les proporciona intuición y mucha información que añadir a sus dotes naturales. Por inseguridad, algunos hombres prefieren no creer en la existencia del cerebro femenino; se equivocan. Por ello, buscan aquéllas que fingen no tenerlo. Entonces, aguanta: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si estás cansado de coleccionar estatuillas, intenta relacionarte con una mujer de verdad. La mayoría te demostrará que tienen más materia gris que tú. No les huyas; aprende con ellas y crece.
Y no te preocupes; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la
inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.
7. No hagas
sombra sobre ella...
Si quieres ser un gran hombre ten una mujer a tu lado; nunca detrás. De esa forma, cuando ella brille, tú te broncearás. Sin embargo, si ella está detrás, te llevarás una patada en el trasero.
8. Acepta:
Las Mujeres tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando a la mujer, estará salvándose a sí mismo.
Amigo, si piensas que la mujer es demasiado costosa, vuélvete GAY. ¡Sólo tiene mujer quien puede!
9. La mujer es superior al hombre:
Cuanto antes aceptes esta realidad, más pronto serás feliz en tu matrimonio. Alfonso Basallo y María Teresa Destacado dicen en su libro “Manzana para dos” (2014): “El Maligno ha tenido desde el principio la idea de destruir a la mujer y, con ella, a la familia, al varón y a la humanidad entera. El demonio sabe que la mujer es superior al varón y por eso toda la actividad la dirige hacia ella. Aunque ha perdido la guerra desde ‘el sí de la Niña’”. Deja que gobierne tu casa; te irá bien a ti y a tus hijos.
10. ¿Has discutido? Necesitas reparar el daño causado:
Hay que tener mucho cuidado con lo que decimos. ¡Cuánto
daño hace llevar la contraria si no es extremadamente necesario! Richard Wiseman ha estudiado el impacto que tiene una palabra dicha con inquina en la autoestima de su destinatario y ha calculado que son necesarios cinco halagos
para compensar el dolor. La crítica puede llegar a causar sensación de dolor físico. No discutas nunca; pero si lo haces, repara el daño causado.
DECÁLOGO
PARA TRATAR A TU MARIDO
1. No es suficiente con sonreír a tu esposo: bésale.
Las mujeres no se suelen hacer idea de la importancia de los besos para los hombres casados. Conozco a un taxista que, casi siempre que hablamos de sus problemas, empieza habitualmente por lo triste que se siente. Cuando profundizo un poco, menciona que su esposa continúa sin besarle: "¡Tres años sin recibir ninguno!"
2. Evita quejarte durante la realización de los trabajos de la casa, o una vez terminados.
Así lograrás que tu esposo se sienta realmente bien. Si necesitas su ayuda, pídesela. Pero no muestres tu malestar, porque "Dios ama al que da con alegría" y tu marido también.
3. No seas tóxica.
La crítica o el rechazo no sólo produce dolor anímico; puede llegar a causar también malestar físico; las regiones neuronales que se ocupan de ambos procesos coinciden. Si deseas corregir a tu marido, piénsalo bien porque, salvo los que oran mentalmente, muy pocos acaban mejorando y puedes empeorar la situación. Si, aun así, deseas hacerlo, reza por él un Avemaría y espera, entre uno y tres días; nunca hables sin que se te haya pasado la indignación por la falta cometida. Durante la corrección, utiliza palabras positivas, sirviéndote de sus virtudes, pues todos las tienen. Una no pequeña: haberte elegido. Evita el lenguaje evaluativo. Si eres de las que dice la última palabra, tienes tus días contados con él; para solucionar esto, practica no menos de 15 minutos de oración mental al día, especialmente la oración de silencio, de paz interior que, con perseverancia, lleva a la oración contemplativa de quietud.
4. Interésate por sus asuntos laborales, aunque te produzcan bostezos.
Mi madre lo hizo de continuo con mi padre: todos los días, a la hora de comer, en las tertulias o bien al llegar a casa. Siempre me sorprendió esa actitud. El resultado: permanecieron fieles hasta la muerte.
5. Alaba lo que puedas ensalzar.
Sea tu lema: "Estoy orgullosa de ti" o algo parecido. Permanece con él durante las películas que le gustan: además de un piropo a sus elecciones, es un acto de amistad. Pensar que siempre debes ser sincera respecto de lo que opinas, es una ingenuidad que puede acabar con tu matrimonio. El refrán "el que dice verdades, pierde las amistades" es completamente cierto y válido para los cónyuges. No mientas; pero si no puedes enaltecer discretamente, cállate. Y absolutamente nunca airees los defectos de tu marido con las amigas. Estarías tirando piedras sobre tu propio tejado; recuerda que sois realmente lo que dijo el sacerdote: una misma carne.
6. Hazle hueco.
Permite, con la mejor de tus sonrisas, que se oxigene en sus cosas durante el tiempo que necesite: fútbol, sellos, cervezas con los amigos,... Nadie tiene tantas virtudes o santidad que resulte agradable acompañarle durante las 24 horas del día: tú tampoco. Si te molesta o tienes celos porque no está todo el tiempo contigo, ve al psiquiatra o cásate con un setter irlandés.
7. Vístete y arréglate con lo mejor que tengas cuando salgas con él.
Es un detalle sencillo de practicar que le alegrará y le hará sentirse agradecido.
8. La mejor virtud femenina para la familia es la laboriosidad.
Ser aplicada en el hogar no es un defecto; todo lo contrario: "Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas" (Proverbios 31, 10). Si tus amigas ironizan sobre esta virtud, abandónalas. Si te gusta mucho la universidad y poco el hogar, tienes un problema grave y tu marido más aún.
10. Aprende a perdonar.
Es más dura la violencia verbal que la física, que suele ser simplemente su consecuencia; no saber esto arruina la vida en común. Si te has pasado, pide perdón lo antes posible. Pero si él se ha excedido contigo, perdónale y ámale rezando un "Oh Sangre y Agua" por él; esta breve oración pondrá ascuas ardientes sobre su cabeza. Pide ayuda a Dios para animarte a rezar por él, pues el perdón es una virtud divina de la que "presume" el Altísimo, cuyo segundo nombre es "Misericordia".
DECÁLOGO
PARA CONVERTIR A TU HIJO EN UN DELINCUENTE
Conocido por sus controvertidas frases y sus sentencias
ejemplares, el juez de menores Emilio
Calatayud es ya toda una celebridad. Sus sentencias se convierten a menudo
en noticia. Condenar a impartir cien horas de informática por crackear la web
de varias empresas granadinas, o a trabajar con los bomberos por quemar
papeleras, son sólo algunos de los ejemplos de la manera de proceder del
magistrado, que no duda en aplicar la ley sobre los menores de manera educativa
y que no deja indiferente a nadie.
Pero el lugar en el que tenemos que trabajar para que nuestros
hijos no tengan que llegar a un juzgado es en casa, y Emilio Calatayud también
tiene algo que decirnos al respecto.
“No tenemos que ser amigos ni coleguitas de nuestros hijos porque
somos sus padres y, entonces, se quedarían huérfanos.” De manera irónica, el
célebre juez nos da una serie de consejos y pautas acerca de todo lo que
tenemos que hacer o no hacer para que nuestros hijos sean auténticos delincuentes
en potencia o para lograr todo lo contrario:
1. Dadle todo cuanto
desee: así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.
2. Reídle todas sus
groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es
muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los
mismos hechos.
3. No le deis ninguna
formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!
4. Nunca le digáis
que lo que hace está mal: podría adquirir complejo de culpabilidad
y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá
de que la culpa es de la sociedad.
5. Recoged todo lo
que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo
está a su servicio; su madre la primera.
6. Dejadle ver y leer
todo: limpiad con detergente, que desinfecta la vajilla en la que
come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto
dejará de tener criterio recto.
7. Padre y madre
discutid delante de él: así se irá acostumbrando, y cuando la
familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni
cuenta.
8. Dadle todo el dinero que quiera: así
crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar; basta con
pedir.
9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer,
beber, divertirse,…¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!
10. Dadle siempre la razón: son
los profesores, la gente, las leyes… quienes la tienen tomada con él.
“Y cuando tu hijo sea ya un delincuente, proclama que nunca
pudiste hacer nada por él”.
Buenas tardes, Francisco. He escrito dos artículos sobre el diálogo matrimonial. Si me facilitas tu correo electrónico podría compartirte.
ResponderEliminarIsmael.
Claro! Ahí va:
Eliminarpacojosecrespo@gmail.com
Un cordial saludo
Buenas noches desde Argentina, me gusto la explicacion de oracion mental, y me resulta un tanto complicado saber si puedo acceder a confirmar que Dios me responde...no puedo deshacerme del bullicio externo para silenciar mis pensamientos, me disperso....mañana probaré nuevamente por la mañana, temprano; a ver como me vá.bendiciones Francisco.
ResponderEliminarHola amigo! Respecto de lo que dices sobre el bullicio interior te diré algunos fallos de la gente que los tiene:
ResponderEliminar1. En cada pasión que detectes (examen de oposición, hipoteca que vence,...), es decir para calmar tus muchos anhelos y preocupaciones recurre, en cada uno de ellos, a Dios con dos frases: "Ten Misericordia -de mí-" y "Confío -en Ti-". Aunque continúes recordando el problema, te calmarás en el 100% de las veces; al menos, suficientemente, como para oírle en tu intelecto con seguridad. Para recoger tu voluntad, procura desear obedecer a Dios en todo aquello que le vayas a preguntar. No desconfíes en esto que digo y ve al siguiente paso.
2. Dedica a lo dicho en el n. 1 unos 3-4 minutos. Pero sugiero que durante toda la oración mental, además de dialogar, estés con un ojo observando si aparecen nuevos anhelos y preocupaciones. En ese caso, repite el recogimiento del número 1.
3. Observa en tu mente y no en tus oídos. Dios habla por medio de nuestro raciocinio y muy poco a nuestros oídos.
4. Puede que estés esperando iluminaciones repentinas, flashes sobrenaturales, inspiración instantánea. Por eso dices: "no puedo deshacerme del bullicio para silenciar mis pensamientos". Aunque Dios habla también así, con flashes instantáneos, los utiliza cuando el nivel de oración ha crecido ya un poco. Es un regalo importante que no tiene por qué conceder a todas horas. Solución: pregúntale algo y PIENSA TÚ MISMO la respuesta a tu propia pregunta. Si has cuidado el recogimiento previo, no será tuya la contestación sino de Dios. Es decir, debes pensar y no debes silenciar tus pensamientos.
5. Puede también que estés utilizando poco la escritura durante la oración. Conviene redactar tus diálogos anotando incluso tus preguntas. No olvides escribir, si puedes, de continuo: mantendrás así la calma de las pasiones todo el tiempo de la oración.
6. Noto también que no cumples la cuarta condición de certeza: confiar en que te ha hablado realmente Dios. Esto no sale solo, debes procurarlo interiormente. Por eso es la condición de certeza más importante.
Pruébalo y ya verás qué bien.
Un cordial saludo
Excelente, Francisco.
ResponderEliminarRealmente me ayuda grandemente tus orientaciones. Por favor sigue sacando más aportes en You tube y en este blog. La Paz de Cristo. Un abrazo trans Atlántico desde Perú.
¡Muchísimas gracias por tus ánimos, amigo! Y por pedirme más artículos y vídeos. Me va muy bien la gente como tú, que transmite energía y buen rollo. Sugiero que hagas oración mental diaria, de la que explico en:
Eliminarhttps://franciscojosecrespo.blogspot.com/2020/05/como-aprender-hablar-con-dios-en-5_24.html
y no menos de media hora al día. Con ella te llegarán todos los bienes. También sugiero que me preguntes cuando encuentres obstáculos.
Un fuerte abrazo.