QUE ES LA ORACION DE UNION CON DIOS
Son momentos de contacto intenso con el Señor, en los que nuestro espíritu es cautivado por Él brevemente. Se manifiesta en que no sólo la voluntad -paz, amor suave o más intenso. El amor es la fuerza de la voluntad en el hombre, decía san Agustín- está centrada en Dios como en la oración de quietud, sino que ahora también nuestra mente lo hace, y ambas sin realizar ningún esfuerzo por mantenerse así. A la oración de unión se suele llegar con más rapidez si anotamos trabajosamente todo el diálogo durante la oración mental para, mantener, de ese modo, mucho más tiempo el atenuamiento de las pasiones y evitar el mariposeo incontrolado de los pensamientos. Pero en el momento en que el Cielo la regala, sabemos que se puede dejar de escribir. Ahora, en esta oración contemplativa, es más evidente que Dios piensa y ama por nosotros. En su nivel inicial, es verdad que podríamos hablar con el Señor sobre nuestros asuntos, pero resistiendo al Espíritu Santo, debido a la clara acción divina en lo que se está pensando durante la oración mental.
QUE DECIA SANTA TERESA DE JESUS
"Aquí parece que está el alma como dormida para las cosas del mundo y para nosotras mismas. Aunque queráis, no pensaréis en las cosas del mundo ni en vosotras mismas; no haciéndolo, intuimos que lograremos permanecer más tiempo en Dios. Todo el entendimiento querréis emplearlo en entender algo de lo que siente el alma y, como no se logra, te sorprendes tanto que, para alargar ese estado, no quieres mover ni pie ni mano. A veces ni puedes. (...) Consiguen entrar en la mente algunas ideas lagartijillas que, como son agudas, por doquier se meten. Pero no hacen daño a la unión, en especial, si no les hacéis caso, porque no pueden entrar en esta Morada" (Morada 5, capítulo 1, 2).
Si verdaderamente es unión, se logra certeza de que es el Señor quien habla. No puede entrar el demonio en nuestra mente, porque está su Majestad en la esencia del alma. Ya dijimos que los ángeles no llegan directamente al pensamiento; mucho menos en esta situación, en la que Dios nos dificulta incluso el pensar por nosotros mismos.
EJEMPLOS DE UNION CONTEMPLATIVA
1. Marcelo Van
La unión mísitica es la captura divina del intelecto de la que, sin utilizar las propias fuerzas, participa todo el espíritu; muchas veces con derramamiento de lágrimas. Éstas acuden al estremecernos por hablar con Dios que nos abraza. Macelo Van, novicio redentorista nacido en Vietnam, y cuyo proceso de beatificación sigue abierto, hacía su oración mental por escrito, como hemos aconsejado en artículos anteriores. A los 17 años, anotó en su oración mental estas palabras del Señor:
Jesús: "Oh niño mío, te cubro de besos, mis labios están siempre besando tu mejilla y te aprieto fuertemente sobre mi Corazón, hasta que llegue la hora de la separación, en la que mi amor se tendrá que violentar para apartarse de ti. Oh niño mío, no llores antes de tiempo... Escúchame... Seca tus lágrimas (...)"
Marcelo: "Oh mi Jesús, te quiero mucho. ¿Cómo es posible que las palabras que acabo de oír me hayan emocionado tanto? Me han hecho llorar y la causa de mis lágrimas no ha sido el temor al sufrimiento sino la intimidad de tus palabras. Sé muy bien que tu amor jamás consentirá alejarse de mí por mucho tiempo. Conociendo tu debilidad y mi profunda miseria, no puedo no estar un poco impresionado (...) me entrego por entero, tal como soy, a las llamas de tu amor. (Coloquios, oración mental del 2 de noviembre de 1945, AVE Editions).
2. San Josemaría Escrivá
"Día de Santa Eduvigis 1931: Quise hacer oración, después de la Misa, en la quietud de mi iglesia. No lo conseguí. En Atocha, compré un periódico (el A.B.C.) y tomé el tranvía. A estas horas, al escribir esto, no he podido leer más que un párrafo del diario. Sentí afluir la oración de afectos, copiosa y ardiente. Así estuve en el tranvía y hasta mi casa. Esto que hago, esta nota, realmente, es una continuación, sólo interrumpida para cambiar dos palabras con los míos —que no saben hablar más que de la cuestión religiosa— y para besar muchas veces a mi Virgen de los Besos y a nuestro Niño" (Catalina 143, Apuntes Íntimos, c.6, 5, Vázquez de Prada).
COMO LOGRAR LA ORACION DE UNION CON DIOS
Para conseguir oír a Dios en la oración mental, no hace falta ser santo, ni un especialista; ni siquiera estar confesado, aunque es muy conveniente. En cambio, para llegar a la oración contemplativa de unión se requiere ayuda de Dios fuera de lo común. Él siempre está dispuesto a otorgarla y la puede regalar sin nuestros méritos, pero suelen ser necesarios los siguientes pasos:
1. Confesión frecuente con un sacerdote y comunión
La comunión, mejor que sea diaria. Respecto del otro sacramento, suele ser suficiente con un ritmo semanal en la confesión siempre que sea breve, completa, concisa y concreta. Vas por buen camino si ya no tienes pecados mortales que confesar y, poco a poco, sólo te acusas de faltas leves. Para lograr esto último, el único recurso siempre eficaz es practicar, además de la confesión frecuente, no menos de aproximadamente media hora diaria de oración mental, según se explica en el siguiente punto. Con menos tiempo, he comprobado que, salvo excepciones, apenas se consigue evitar los pecados graves. La limpieza del alma es fundamental: no podemos olvidar que la oración de unión es la élite de la espiritualidad.
2. Diálogo diario bien hecho y no menos de media hora
Aquí tienes los pasos para hacer bien la oración mental. Lo de la media hora es lo que casi siempre se descuida, debido a los siguientes errores o a otros parecidos:
Se recorta el tiempo o no se hace por las urgencias familiares o laborales
Recuerda que el Señor dijo: "Sin Mí no podeís hacer nada" (Jn 15, 5) y "No puede el hombre atribuirse nada si no le es dado del Cielo" (Jn 3, 27). Probablemente, ese trabajo o atención familiar que ha recortado tu atenta escucha de Dios, no saldrá bien. Por el bien de tu familia y profesión, te animo a anteponer la oración mental levantándote todos los días media hora antes de lo previsto.
Se reducen minutos por lagunas en el recogimiento al no escribir casi todo el tiempo
A la oración mental no conviene ir siempre con la mentalidad de "descansar en el Señor": el recogimiento doble que asegura la calidad de nuestro trato con Jesús requiere de esfuerzo. Santa Teresa de Jesús decía que lo habitual en su diálogo diario con Dios era "sacar Agua a cubos": ¿Quieres ser como ella pero ahorrándote el esfuerzo? Escribe en una libreta toda tu conversación de media hora y pronto verás los frutos de tu gran recogimiento: "Me asusto de ver lo que Dios hace: yo no pensé ¡nunca! en estas Obras que el Señor inspira, tal como van concretándose. Al principio se ve claramente una idea vaga. Después es Él, Quien ha hecho de aquellas sombras desdibujadas algo preciso, determinado y viable" (san Josemaría Escrivá, Apuntes Íntimos, n. 65).
Llamadas de teléfono
Apaga el móvil o ponlo en silencio; es un buen consejo. Recuerda que el diablo tiene permitido durante un tiempo ser el príncipe de la tierra, influyendo en cuanto tiene "movimiento local" (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica I, q.111). Si se lo pones fácil con el teléfono, asestará golpes frecuentes a tu oración mental, la que más teme.
Por conformarse con leer un libro y meditarlo en vez de dialogar
Decía santa Teresa de Calcuta: "Estamos llamados a estar a solas con Él, no con nuestro libros, pensamienteos y recuerdos, sino desvestidos de toso, para amorosamente morar en su presencia silenciosos, vacíos, expectantes e inmóviles... Si somos cuidadosos con el silencio nos será sencillo orar. Sin embargo seguimos dando vueltas a las palabras que hemos oído y leído, y las mantenemos en nuestra imaginación . Nuestra vida de oración se resiente mucho de la falta de silencio del corazón". ´Fijate bien: equipara el "dar vueltas a lo que hemos leído" con "falta de silencio del corazón". Es muy recomendable leer libros espirituales, pero fuera de esa media hora de conversación con Dios.
Por elaborar listas de peticiones
Por ejemplo, durante la comunión sacramental o en la acción de gracias posterior. Como si por más leerle esa relación completa de nombres, fueras a mover más rápido su Corazón. ¡Habla con Él y pondrá fuego en las almas de los que aparecen en ese papel!
Por recitar oraciones vocales y salmos
Este error consiste en pensar que por recitar textos sacros, consigo más que escuchando y obedeciendo a Dios Sacratísimo, Tres veces Santo. También se hace por comodidad: recitar oraciones vocales es mucho más sencillo que guardar recogimiento, escribir y obedecer, pero mucho menos fructífero. Escucha lo que decía el santo Cura de Ars: "Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal" (San Juan Mª Bautista Vianney, Sermón sobre la oración). Iguala "orar mal" con "no orar" y, desde luego, escuchar poco y obedecer esporádicamente la Voluntad de Dios en las cosas concretas que desea, es orar de un modo claramente mejorable.
3. Cuanto más tiempo diario acumules de oración mental, se suele llegar antes a la unión
Es cierto que santa Teresa de Jesús narró el caso de una monja de sus conventos que tan sólo conseguía orar vocalmente y que, con su deseo de mejorar, logró oración de unión. Pero también es verdad que lo mencionó como algo esporádico, raro de ver. Si quieres un buen consejo, ora mentalmente cuanto más puedas. Media hora, una hora, tres horas..., es cuestión de prioridades y de pedir ayuda a Dios. Cuanto más tiempo te salga al día, con más seguridad y antes llegarás a unión contemplativa. Por ejemplo, a algunos que se esfuerzan continuamente en el recogimiento durante los cursos de retiro espiritual, alcanzan momentos de unión al segundo o tercer día. "No es frecuente llegar a unión, sino con mucha oración mental" dijo santa Teresa de Jesús.
4. Durante todas tus oraciones mentales, intenta callarte totalmente durante cinco o diez minutos
Es algo que procede de la experiencia de muchas almas santas de siglos pasados. Si se practica durante un rato cada día la oración mental de silencio absoluto explicada en artículos anteriores, le decimos con nuestra actitud al Señor de un modo práctico: quiero dejar de tratar mis "asuntillos" y deseo que te metas en el vacío de mi intelecto uniéndote a mí. No olvidemos que Jesús es un amable Caballero; no deja plantado a nadie. Si no abusamos de este modo de orar que, por otra parte, lleva fácilmente a la falta de recogimiento, a veces sin saberlo nos veremos situados en escalones superiores: recogimiento pasivo, posesión por Dios de nuestra voluntad, lágrimas,... Pronto llegará la unión. Decía santa Teresa de Jesús respecto de los que rehuyen el silencio por sentirse poco protagonistas en su oración: "En dejando de obrar el entendimiento, no lo pueden sufrir y por ventura entonces engorda la voluntad y toma fuerza, y no lo entienden ellos" (Libro de la vida, II, 1-15, López Navarro, Neblí 1982).
5. Arriba ese ánimo: pronto la alcanzarás.
Observa lo que ha escrito un suscriptor de mi canal de oración mental de YouTube. Conviene que sepas que tan solo lleva cinco meses haciendo, salvo excepciones, una hora al día según el recogimiento explicado y viviendo los cinco consejos de este artículo:
"Pues como no soy más que un novato, en el mismo momento en que recibí tu correo, hice caso y volví a la oración de charla con Dios y boli (aunque esto último no lo había dejado).
Primera sorpresa: todo resultó fácil. Segunda: además, alegre. Aunque a ratos, era ardua, ha habido un cambio fundamental: ya no somos dos. Ahora aparecen y desaparecen con cierto desorden los demás componentes de las dos Trinidades, de las dos Sagradas Familias.
El primer bombazo fue una aparición de Dios Padre y luego otra de Nnuestra Señora. Como chispazos en visión mental, pero reales y potentes. El Espíritu Santo hace menos ruido, pero está más presente. Y de San José tiro yo, que me hace mucha falta.
Evidentemente no digiero bien toda esta riqueza y estoy como un niño con unos Juguetes desproporcionados para su capacidad. Permanentemente tengo ganas de orar mentalmente y, cuando me escapo, hago una hora del tirón, aunque mal hecha. Si lo tengo más liado durante el día, me quedo por la noche media hora procurando no dormirme. Por lo general, mi calidad en el diálogo con Dios es horrible; lo paso mejor en los autobuses o caminando".
Amigo, no pienses que la oración de unión es sólo para los sacerdotes, las monjas y los frailes. Si, en medio del mundo, se persevera en los puntos aconsejados arriba, llega muy pero que muy pronto.
Página sugerida a continuación: Oración poderosa: la oración mental, oír a Dios
Estimado Francisco José:
ResponderEliminarSolo agradecer de todo corazón tus valiosos consejos.
Descubrir despues de tantos años, que lo que creia mi pensamiento, era un diálogo, es un tesoro. Me siento como Bartimeo, cuando vio la luz.
Que nuestro Señor te lo pague.
Hola Laura! Perdona el retraso en contestarte. No sé muy bien qué pasa, pero algunas de vuestras participaciones no me llegan al correo electrónico. Ahora que voy página por página revisando, la he descubierto.
EliminarLos pensamientos y los movimientos de tu amor (voluntad) son un tesoro, porque al crear un alma humana el Señor la dota de esa especie de smartphone privado para oírle. Si los asuntos que llegan a tu pensamiento son de poca importancia, obedece siempre, aunque te parezcan tuyos. Si, en cambio, supondrán algún tipo de traumatismo económico o llevará mucho tiempo ejecutarlos, entonces, es preferible esperar a la oración mental segura. Recuerda que si no permaneces en doble recogimiento (pego debajo un enlace en donde encontrarás un buen resumen), entonces, puede hablarte también el demonio o ser tú misma quien reflexione. No te conformes con oír a Dios durante el día y ya esta: reserva una hora diaria a escribir en tu libreta una conversación con Jesús o su Madre Santísima. De este modo, le agradarás muchísimo más que, tan sólo, escuchándole durante el día. Mira con este ejemplo la diferencia tan grande que hay entre escribir o no escribir:
Un ingeniero industrial al que conocí en uno de mis cursos de oración mental. Llevaba tres años en el paro. La que llevaba dinero a su casa era su esposa, que fregaba y limpiaba en distintos hogares. Estaba desesperado. Le pregunté: "¿Has pedido a Dios que te dé trabajo?". "Diariamente: durante la misa diaria y oración mental de 60 minutos". "Pero, hacías la oración mental como os he explicado aquí?". "No. La hacía sólo pensando en mi interior. También, si no se me ocurría nada, Leía un libro llamado Hablar con Dios y trataba de aplicarme lo que decía". "Ve ahora mismo al oratorio, libreta en mano y, tras recogerte como he explicado, dialoga por escrito con Jesús cariñosamente pidiéndole, sólo una vez, que te saque del paro". Lo hizo durante una hora. Me enseñó su libreta. Había redactado una especie de monólogo en el que le contaba su vida y quería finalmente trabajo. Le comenté que sustituyera la redacción en primera persona, por frases salidas de la Boca de Dios. Lo hizo y, a los diez minutos, le llamó su madre."Víctor! Te ha llamado una constructora para que les calcules un puente peatonal de madera para cruzar un barranco. Llama por favor a este teléfono". El presupuesto de ejecución material fue de 2,3 millones de €; el 5% se lo quedaba él, como beneficio industrial. Al cabo de media hora, llamaba su padre."Víctor te han vuelto a llamar otra vez. Una constructora que necesita que calcules y hagas el proyecto de un cable de alta tensión enterrado desde la central eléctrica hasta un pueblo. Llama a este teléfono". El PEM fue de 173.000€; el 5% para él. Había resuelto sus problemas económicos sobradamente y en menos de una hora. Así premia Dios las mejoras en la calidad de la oración.
Lee despacio estas medidas de seguridad para que te salga muy bien:
https://franciscojosecrespo.blogspot.com/2020/05/como-aprender-hablar-con-dios-en-5_24.html
Un cordial saludo