ELIAS, EL SANTO DE LA ORACION DE CONFIANZA - ORACIÓN PODEROSA: LA ORACIÓN MENTAL, OÍR A DIOS

Oración de la mañana y oración de la noche para oír a Dios con seguridad mediante el recogimiento y la confianza en la Divina Misericordia. Francisco José Crespo Giner, numerario del Opus Dei.

ELIAS, EL SANTO DE LA ORACION DE CONFIANZA

ELIAS TERREMOTO ORACION PODEROSA CONFIANZA

       Elías hablaba con Dios poderosamente sin necesitar de voces ni apariciones. En su recogimiento de la cueva del monte Horeb, atendió a los pensamientos que le llegaban débilmente, "como susurro de brisa suave" (1 Reyes 19,12) y, a pesar de eso, los consideró divinos y los obedecía con confianza. Le insinuó con finura en el intelecto que durante años no llovería y así fue. Que sería alimentado por los cuervos y así sucedió. Que le mantendría una viuda en Sidón, y se desplazó hasta allí para que le hospedara y recibir de ella sus pocos alimentos. Que la harina y el aceite de esa mujer no se terminarían durante la sequía, y realmente ocurrió. Desconfió de lo sorprendente, como el terremoto o los rayos, pero su docilidad a los primeros pensamientos que el Señor le inspiraba con delicadeza era tal, que agradaba muchísimo a Dios. Por eso, cuando el profeta hizo su oración mental poderosa, resucitó al hijo muerto de la viuda, hizo llover de nuevo sobre el país y fue alimentado durante 40 días por un ángel en pleno desierto de Berseba.
 

ElIAS, BREVE BIOGRAFIA

      Nació en Tisbé de Galaad, región situada al este del Jordán, en la actual Jordania, durante la segunda mitad del siglo X antes de Cristo y comenzó su seguimiento de Dios durante el reinado de Ajab (874-853 a.C.). Este rey, convencido por su mujer Jezabel, adoró a Baal, divinidad babilónica muy extendida en aquella época en Asia Menor, y permitió que su esposa matara a todos los profetas de Yahveh, menos a Elías que huyó al monte Horeb, al nordeste de Egipto. 
 

HISTORIA DE SU GUERRA CONTRA LAS MENTIRAS DE AJAB Y JEZABEL

      En este ambiente fue como se desarrollan los siguientes hechos:

       "En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo:

       –¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.
La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo:
       –He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos; vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios y yo invocaré al Señor y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.
Toda la gente asintió:
       –¡Buena idea!
       Elías dijo a los profetas de Baal:
       –Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.
Cogiendo el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía:
       –¡Baal, respóndenos!
       Pero no se oía una voz, ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho. Al mediodía Elías empezó a reírse de ellos:
       –¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; a lo mejor está durmiendo y se despierta.
Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta. Entonces Elías dijo a la gente:
       –¡Acercaos!
       Se acercaron todos, y reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido; cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob (a quien el Señor le había dicho: «Te llamarás Israel»); con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo:
       –Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.
       Luego dijo:
       –¡Otra vez!
       Y lo hicieron otra vez. Y dijo:
       –¡Otra vez!
       Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar e incluso la zanja se llenó de agua. Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró:
       –¡Señor Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que he hecho esto por orden tuya. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa esta gente que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.
       Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando:
       –¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!" (1 Reyes 18, 20-39).


ELIAS Y SU CERTEZA CON LO QUE DIOS LE DICE

       Conviene fijarse en que Elías actúa de ese modo tan atrevido porque obedece mandatos concretos de Dios en su oración mental. Dice al público presente: "He hecho esto por orden tuya". Esto es lo que sucede con los que practican la oración mental y confían en que El Señor les ha hablado; que actúan maravillosamente.
       La tentación es pensar: "Yo no soy Elías. No distingo cuándo me habla Dios o no". Pero por suerte, Yahvé no ha cambiado con el paso de los años. Además, no hace falta ser uno de los grandes profetas del Antiguo Testamento para saber lo que el Cielo nos dice y obedecerle. Tampoco es necesario ser santo, de otro modo, nadie dialogaría con Jesús amadísimo, que está deseoso de hacerlo. Ni siquiera es imprescindible estar en gracia de Dios, pues el Señor es infinitamente misericordioso y aumenta sus dones cuando hay menos méritos. 

UN MAL CRISTIANO QUE OYE A DIOS COMO LO HACIA ELIAS

      Recuerdo que uno de mis sobrinos, no destacaba en absoluto por su piedad religiosa. Que yo recuerde, sólo había acudido a misa el día de su bautizo, retrasado por decisión paterna hasta que cumpliera los 12 años: "Mejor que él, conscientemente, decida si quiere ser cristiano", decían. Pues bien, aprendió a orar con su mente leyendo el tutorial breve que hay al comienzo de este blog. Dos meses después, me contó que, escribiendo en su móvil las conversaciones de su oración mental, había pedido al Señor la curación del cáncer de páncreas de una amiga de su madre. "Es que veía muy triste a mamá", decía.

       Pasados otros dos meses, consiguió aprobar una asignatura de 2º de ESO que él decía que era imposible de superar. Explicaba: "Mi profesora de Sociales invitó a una amiga a impartir una clase. En ella no paraba de inculcarnos que los hombres sólo piensan en el matrimonio para tener sexo; quieren ser servidos por sus esposas y no saben ni quieren cocinar". Mi sobrino le replicó en público: "¡Eso no es verdad! Mi padre, por ejemplo, cocina mejor que mi madre; lo dice incluso ella misma. Y nos hace siempre la comida y ayuda mucho en todas las tareas del hogar". La profesora no encajó nada bien esas palabras, ni las risas de los alumnos. Así que, a pesar de estudiar mucho su asignatura, suspendió las dos primeras evaluaciones. Entonces, recurrió de nuevo a la oración mental del Corazón de Jesús con el deseo de hacer la Voluntad de Dios. Le pidió luces para saber cómo actuar y anotó: "Te suspenderá también la tercera evaluación, pero no temas. Yo haré que otro profesor te corrija el examen". Y eso hizo. Cuando se enteró del suspenso, pidió al jefe del Departamento que revisara sus respuestas, pues pensaba que le había salido muy bien. Éste, lo corrijió y, en lugar del 4 incial, le puso un 9. Calificación que fue suficiente para mediar con las otras dos evaluaciones y aprobar el curso.

       Tres meses después, acabado el verano, me contó que el cachorro de setter irlandés que tenían en casa permanecía tumbado más de lo normal. Veían que estaba muy enfermo. Tanto, que el veterinario lo deshaució: "Tiene Leishmaniosis. Y me lo habéis traído demasiado tarde. No tiene remedio. Morirá en pocos días". Ni siquiera le dieron medicamentos. Mi sobrino echó mano de nuevo del recogimiento de la mente, del recogimiento de la voluntad y de la escritura en su móvil: "Déjalo en mis manos", le dijo el Señor. Y, ¡sorpresa! Por la tarde seguía tumbado pero ya movía el rabo de vez en cuando. Al día siguiente, se levantó renqueante. En dos días estaba perfectamente normal y lo llevaron de nuevo al veterinario para divertirse un poco: "¡Es imposible! No me lo puedo creer".

PARA OBRAR MILAGROS, EL ESPIRITU SANTO NO EXIGE SANTIDAD, SINO DOCILIDAD

       No quiero engañar a nadie; mi sobrino continúa sin acudir a Misa los domingos, y apenas hace oración mental; tan sólo frente a las urgencias. Mucho menos confesarse; él mismo reconoce que no está siempre en gracia. ¡Pero es un ejemplo claro de que el Señor habla a todos! Incluso a los que tienen pecados graves.

       El secreto está en comportarse como Elías Profeta: preguntar a Dios y obedecer sus inspiraciones. Muchos de los aparentes periodos de sequía que atravesamos en la oración mental se superan formulando al Señor preguntas simples, sobre los asuntos que nos preocupan. Y escribiendo las respuestas que nosotros mismos razonemos en nuestro recogimiento. Nuestra docilidad ante esas contestaciones será muchas veces la que haga descender el rayo del cielo que "abrase nuestro novillo rodeado de agua".



Artículo aconsejado a continuación: Cómo aprender a hablar con Dios en 5 minutos

4 comentarios:

  1. Thank you! I need encouragement and prayer for so many things. This gives me the strength to storm heaven for all these things.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I am going to pray for you, Peter; be sure. But if you need the stronger God's help, please follow carefully this words and try to practice them daily:
      https://franciscojosecrespo.blogspot.com/2020/05/como-aprender-hablar-con-dios-en-5_24.html?m=1

      Eliminar
  2. Excelente. Me encantó y me sirvió. Da mucho fruto. Muchas gracias Francisco.
    ¿Cómo puedo escribirte de forma privada?
    Saludos,
    Ismael.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Ismael! Son palabras muy animantes las que escribes. Si quieres hablar conmigo, puedes escribirme a pacojosecrespo@gmail.com
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar